Sus dos últimos años han sido un infierno. De La Cuesta ha sufrido la cara más amarga del fútbol, con lesiones continuas y muy complicadas de rodilla, incluido rotura de ligamento cruzado, una de las más temidas por los futbolistas, y que fue la que le apartó hasta el momento.
El resultado es que el colombiano se ha pasado las dos últimas campañas en blanco, sin disputar ni un solo partido oficial desde aquel fatídico 9 de abril de 2011, cuando su rodilla izquierda hizo crack. En princpio, parecía que el Albacete le iba a renovar el contrato, pese a la grave lesión, pero este hecho no se terminó produciendo.
Desde entonces, pruebas con gran variedad de equipos, desde el San Fernando hasta los de su país, como pueden ser Millos, Junior, DIM e Itagüí.
Ahora, vuelve a tener una nueva oportunidad. El zaguero está entrenando desde el jueves con el Santa Fe, y si pasa las pruebas físicas, podría ser dado de alta en septiembre. Ojalá el fútbol vuelva a sonreírle y pueda volver a competir profesionalmente.