Centrocampista amarillo durante tres temporadas, incluyendo un ascenso a Segunda en el que su concurso fue muy importante, Víctor Ormázabal lleva varios años que no tiene suerte con las lesiones.
Tras volver a su país después de un año en el Ceuta, estuvo inactivo durante toda una temporada, para posteriormente fichar por Temperley, un modesto equipo de la tercera categoría del país sudamericano. La aventura allí le duró poco, por los continuos problemas, y en diciembre decidió que colgaba las botas con tan sólo 27 años.
Pero el mes pasado rectificaba su decisión tras la llamada de Almirante Brown, con el que jugará en Primera B (segunda división argentina). Le deseamos mucha suerte y que pueda dejar atrás definitivamente sus problemas físicos