Akinsola decía que si marcaba hoy un gol, no lo celebraría, porque "voy a mi casa".
Por desgracia, no fue lo único que manifestó, también le largó a otros el "muerto" por el horrendo penalti que lanzó frente al Lugo, uno de los motivos por los que seguimos hoy en Segunda B.
El público de Carranza dictó sentencia cuando el nigeriano ingresaba en el terreno de juego en el minuto 72, cuando ya poco podía hacer para ayudar a su equipo. El sonido de viento no dejó lugar a dudas.
Seguramente, el delantero estaba también en parte pagando el plato de sus otros compañeros, que nos dejaron más hundido en esta miseria, pero desde luego, más le vale que en su casa particular lo reciban con mayor alegría, porque lo que es en Cádiz...