Por primera vez en la historia cadista, el club amarillo va a conseguir la permanencia en Primera División. Lo hace gracias a la labor que el asturiano Paquito desarrolla en el banquillo de Carranza.

A falta de un Mágico González "castigado", que no tiene ficha tras su paso por el Valladolid que no le ha servido para reformarse, son Pepe Mejías y Villa los encargados de hacer los goles cadistas, además del lateral Amarillo, que ese año deja unos números de delantero centro.

También resultan vitales la vuelta de Juan Jose tras su paso por el Madrid, así como la aportación de Salva Mejías, los dos Benitos, Dieguito y un Escobar en su mejor momento de forma.

El cuadro gaditano realiza una primera vuelta sensacional, sobre todo en casa, donde vence en casi todos sus partidos. Al término de la primera vuelta parece que la permanencia va a ser coser y cantar, pero el bajón en la segunda parte de la competición casi da al traste con todo.

El Cádiz se deja todo lo ganado en este tramo final de liga, y llega a la penúltima jornada con los deberes por hacer. En la misma, el sábado, el Valencia, principal rival por la permanencia, cae en el Camp Nou (a pesar de que el Barcelona no tiene ya nada que hacer para arrebatar el título al Real Madrid), y el Cádiz recibe al Betis (salvado hace muchas jornadas). Un punto basta para asegurar la permanencia, y un punto consiguen los amarillos, tras un empate a cero que fue muy criticado y puesto en duda en Valencia, donde esperaban que los de Paquito cayeran para, en la última jornada, jugarse a todo o nada ambos equipos la continuidad en Primera.

Los amarillos acuden a esta última jornada con las matemáticas de su lado, y pese al tremendo infierno que es Mestalla, que clama contra el Cádiz, ya nada (ni siquiera el triunfo merced al gol de Roberto) podría cambiar que los ches sufrieran el primer y único descenso de su historia.