A la tercera tampoco fue la vencida. El Cádiz volvía a Primera División, pero nuevamente fracasaba en su intento por mantener la categoría.
El serbio Milosevic, sigue, como es lógico, conduciendo la nave cadista, con dos ascensos a sus espaldas. Pero corren tiempos muy diferentes, y la afición es muy exigente: los malos resultados enfadan mucho a la afición, que pide la cabeza del técnico yugoslavo. Finalmente, Manuel Irigoyen, totalmente en contra de su voluntad, cesa al elegante técnico, que no tiene más que palabras de agradecimiento en su despedida.
Su sustituto, Benito Joanet, consigue darle otro empaque al equipo, y los amarillos reaccionan, aunque dicha reacción llega tarde y mal. Pese a sus continuos enfrentamientos, Mágico González destaca por encima de todos y pone a toda España a sus pies. El genial salvadoreño debuta en Primera División dejando goles inolvidables, que levantan los aplausos de toda España. Un ilustre excadista como Migueli, se cuenta entre sus víctimas: en todo un Camp Nou, Mágico lo sienta, hace lo propio con Alexanco, y la cruza imposible para Urruti. El coliseo barcelonista no tiene más remedio que aplaudir la acción.
Junto a él, un inspirado Salva Mejías se destapa como el excelente goleador que habría de ser.
Aunque los goles de los dos excelentes futbolistas citados no son suficientes para eludir un descenso que se antoja inexorable. Los amarillos se agarran a un clavo ardiendo cuando en la penúltima jornada, reciben al Osasuna, equipo que marca la zona de salvación. La victoria es obligada para seguir con vida, y aún así, habrá que esperar un milagro siete días después. Pero los milagros no se han establecido todavía en Carranza (lo harían poco después) y la escuadra amarilla no pasa del empate inicial, lo que condena a uno y salva a otros de forma matemática.
Una vez más, toca levantarse y comenzar de nuevo.
CREACIÓN FICHA: 26/02/2009
ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN: 20/03/2017
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