Sale muy pronto de su Canarias natal, para hacer las pruebas con el Real Madrid, que lo ficha para su cantera, aunque primero lo cede a los escalafones inferiores del Valladolid como cadete, para luego dar el salto como juvenil del club merengue (06-07) y luego al Liverpool (07-08).

De nuevo vuelve a la cantera del Valladolid, en cuyo filial está dos temporadas, para empezar un peregrinar por varios equipos, siempre en la categoría de bronce. Empieza en el Ceuta, donde las cosas no le fueron bien ni en lo deportivo ni en lo personal (poco después el club ceutí desaparecería). De ahí pasa al Alavés, donde tampoco tiene todo el protagonismo que le habría gustado.

Se queda sin equipo hasta que en enero de 2013 lo llama el Eldense, que tiene el objetivo de subir a Segunda B. El canario no se lo piensa y se enrola en el club azulgrana, con el que estaría hasta que en el verano de 2015, tras haber sido un pilar fundamental, primero del ascenso, y luego de la permanencia de los alicantinos en la categoría de bronce, lo que le vale para ser fichado por el Granada, que tras tenerlo varios días en pretemporada, lo cede al Cádiz.

Quién lo iba a decir. Porque sus comienzos fueron realmente malos.
Un resbalón en Bahía Sur anunciaba lo peor. Su peluca, su envergadura, la lentitud ante la falta de ritmo… otro desastre. Sus errores en el inicio provocaron la burla de los aficionados. Incluso la prensa granadina hacía sangre de sus actuaciones.
Pero creció tanto que ha sido el mejor en la segunda vuelta, y seguramente del playoff. Poco a poco, Claudio lo va poniendo delante de Josete, al que terminaría “echando” no sólo del once, sino del equipo. Rompió a brillar en el triunfo en Linares, y ya no pararía de crecer. De los pocos puestos que Claudio mantuvo constantes el resto de la temporada.

Y qué decir de su actuación en el playoff. Sencillamente imperial. Ya sin sorprender a nadie dada su excelente progresión, el canario fue seguramente el mejor jugador de los amarillos en la ronda final, el más constante desde luego. Qué despliegue, que seguridad. No es coincidencia que el Cádiz sólo recibiera un gol en seis partidos. Muchísimo de ese mérito le corresponde a él. Precisión en el corte, sin arriesgar, infranqueable por arriba, siempre llegando el primero al corte.

Así que con la temporada terminada y el ascenso conseguido, el cadismo entero suspira porque el canario permanezca en la disciplina amarilla. En principio el central pertenece al Granada y debe regresar al cuadro nazarí, pero con los rojiblancos en Primera, Quique Pina ya fuera de Los Cármenes, y el tremendo overbooking de efectivos que se encuentra Paco Jémez al llegar a Granada, éste decide soltar lastre, y entre ellos se encuentra Aridane, con el que enseguida se llega a un acuerdo para estar tres años en Carranza.

En Segunda División estuvo, de nuevo, imperial. Como siempre. Todo lo bueno que se puede decir de su campaña en Segunda B y el playoff de ascenso se puede aplicar en esta. Titular indiscutible desde el primer día, sería el pilar sobre el que se sustentaría toda la defensa. Y eso que empezó la temporada algo flojo, con algunos partidos mejorables, pero pronto se puso al nivel majestuoso que mantendría ya el resto del año. Siempre seguro, y capaz de sacar el balón si hacía falta, daba gusto verlo ir al corte acertando en la mayoría de las ocasiones.

Partidos como los de Lugo o Huesca le coronaron, si es que quedaba alguna duda sobre él. Es difícil encontrar jugadores sobre los que la afición sea unánime, Aridane ha sido uno de ellos. Pero es que sólo un loco podría quejarse de ver como el canario iba al corte como el que está entrenando, sacaba el balón sin apuros, y apenas concedía faltas o carreras a la espalda. Nadie es perfecto y algunos errores tuvo que sufrir también (como en Oviedo, siendo el primero en reconocerlo), pero eran motas de polvo en un cristal reluciente.

No falla, no se lesiona, es seguro atrás y se incorpora bien de cabeza en ataque. Que más se podía pedir. Su actuación en el playoff (con gol incluido que debió subir al marcador) resumen a las claras el excelente estado de forma en el que se movió todo el año. Secó, sobre todo en Carranza, a todo un jugador como Amath, que estaba en plena forma.

Con la pretemporada recién comenzada, salta el rumor de que el Osasuna, descendido a Segunda y con dinero para gastar procedente de las ayudas, está muy interesado en el central canario. Cuando trasciendes las cifras, la afición se va ya preparando para la despedida. El club navarro va a pagar un millón y medio de euros por hacerse con sus servicios, una barbaridad para la categoría de plata. Rumor que terminaría de confirmarse el 17 de julio, día que el Cádiz tuvo que despedir a uno de sus pilares.