Portero con experiencia en Europa (jugó la Intertoto con el Atlético de Madrid), es todo un mito en el Tenerife, en el que ha militado durante nueve campañas, en las tres categorías, siendo el guardameta que más partidos ha jugado en la historia de la entidad isleña.

Sergio Aragoneses ha superado con éxito dos cánceres de testículos, que no le impidieron regresar a los terrenos de juego.

En Cádiz estaría únicamente seis meses, en lo que pasaron algunas cosas un poco "raras" respecto a su figura. Para empezar su fichaje. Todo pareció muy forzado. Tanto fue así, que Alejandro, que venía siendo el portero titular, se vio, de la noche a la mañana, de defender el marco del Cádiz en todos los partidos, a encontrarse la carta de despido, para dejar hueco al guardameta gallego.

En el campo tampoco empezó bien. En su partido de debut, en el campo de El Palo, el único chut a puerta de los malagueños, rasa y al centro, entra incompresiblemente en la portería. El propio arquero se disculpó días después, por entender que fue el causante de la derrota. Dos semanas después, en la debacle en Lorca (3-0) no vamos a decir que la culpa fuera suya, pues todo el equipo estuvo fatal, pero él se sumó a esa terrible actuación, dejando más dudas sobre si su fichaje había sido acertado.

Cuando parece que ha conseguido estabilizarse, ha pasado el huracán del cambio de entrenador (Calderón seguiría contando con él como titular), le llega una inoportuna lesión, que se prolongó más de lo esperado. En ese tiempo, el rendimiento de su rival por el puesto, Ricky Alonso, fue tan bueno, que incluso cuando llegó el playoff de ascenso, hubo voces que pidieron que continuara en la puerta el joven guardameta sub23, en lugar del veterano Aragoneses. Sin embargo, Calderón (que ya lo conocía de su etapa en el Tenerife) se decantó por la experiencia del ex del Tenerife, y le salió bien. Aragoneses estuvo muy acertado en ambos duelos, sin poder hacer nada por evitar la debacle que se terminaría produciendo.

Con el cadáver todavía caliente, Aragoneses manifestó lo que parecía una clara despedida del club, aunque días después matizaría sus propias declaraciones para dejar una puerta abierta a su contiuindad. Sin embargo, la nueva dirección deportiva descartó su renovación, decantándose por el regreso de Aulestia al marco de Carranza.

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