Uno de los jugadores más nombrados por el cadismo en los últimos tiempos (aunque por motivos muy diferentes a los habituales, de sobra conocidos por todos), Atiba Harris, no está pasando su mejor temporada.
En su primer año en los Vancouver Whitecaps (uno de los dos equipos canadienses de la MSL norteamericana, en la que lleva militando seis campañas) apenas ha podido jugar cinco partidos: la culpa, una lesión de rodilla que le ha obligado a pasar dos veces por quirófano, la última, hace sólo unos días. Salvo milagro, el caribeño no podrá reaparecer antes de octubre, mes en el que acaba la competición estadounidense.
Esto supone también un contratiempo para su selección, que tenía en Atiba Harris uno de los pocos jugadores profesionales que aportar para intentar clasificar para el Mundial de Brasil