Jesús Lanza (no confundir con su hermano Dani) sigue dando guerra en Segunda B. Tras un paréntesis de un año en el Peñarroya (con el que ascendió a Tercera) este verano regresaba al Lucena, donde ha sido uno de los jugadores más destacados, disputando más de 2500 minutos en 34 partidos.
Su buen hacer ha tenido mucho que ver para que el club cordobés se asiente aún más en la categoría de bronce, en la que se ha mantenido sin ningún tipo de apuros