No ha sido mala la temporada de Pablo Hernández en el Valencia, aunque seguramente el de Castellón esperaba más, explotando definitivamente y consagrándose como titular en la banda derecha de Mestalla.
El que fuera jugador cadista la segunda mitad de la campaña 2006-2007, tras alcanzar su mejor momento el verano pasado (alcanzando la internacionalidad y jugando la Copa Confederaciones), no ha terminado de asentarse este año: 27 partidos disputados, aunque sólo 20 partidos como titular, con una media de 65 minutos disputados en cada uno de ellos.
En lo que sí se ha mantenido como otros años es en su cifra anotadora, con cinco dianas en la competición liguera.
Su entrenador, Unai Emery, que acaba de renovar, lo considera indispensable para su proyecto, y exigió como condición que fuera uno de los jugadores a los que se le colgara el cartel de no transferible