02 de noviembre de 2025
Ficha en la web:
Otro partido de muchísima solidez, pero que deja muy poquito en ataque, por no decir nada. Entre el entramado defensivo y un Victor Aznar en estado de buena estrella, aseguraron al menos el empate. Del que dificilmente se puede salir si, por el otro lado de la manta, apenas llegas a acariciar la cara del portero rival. Incapaz de pasar de tres cuartos con el balón en ventaja, terminaron dando el único resultado posible, otro empate a cero que deja las cosas en suspenso, haciendo que la racha actual (dos puntos de los últimos nueve) sea buena o mala en función de lo ocurra en el próximo partido en casa frente al Valladolid.
Con cambios significativos en la alineación, como la vuelta de García Pascual y Diakité a la titularidad (tras sus lesiones) y la continuidad de Juan Díaz en el lateral derecho y la de Roger en la punta del ataque (ambos tras su buena actuación copera), el sistema no sufría sin embargo cambios significativos.
En los compases iniciales, el club andorrano hizo como suele ser habitual en estos trances, la presión inicial y fruto de esta llegaron las primeras ocasiones, lideradas por el peligroso Minsu, que fue un quebradero de cabeza para los zagueros amarillos durante toda la tarde. En el minuto 12 ya dio el primer aviso, con una diagonal terminada en fuerte chut que se fue rozando el poste.
Los minutos pasaban y los dos equipos se entragaban a fondo (nadie les puede negar la brega y la lucha) pero lo que era calidad en el juego, no se veía casi nada. Con este panorama, pintaba que el partido se decidiría por un error que fuera aprovechado, como así estuvo a punto de pasar en el minuto 30 cuando de nuevo Minsu aprovechó una pérdida muy comprometida de Juan Díaz, que se enmendó a sí mismo la plana cuando evitó el gol del extremo local (tras dejar atrás a Aznar) sobre la misma línea de gol, llegando incluso a golpearse contra el poste.
El único remate que los cadistas pudieron echarse a la boca en este primer acto fue, como no, de Tabatadze, cuando en el minuto 36, entró como le gusta a él regateando hacie dentro para mandar un fortísimo derechazo, que el guardameta Owona solo pudo detener en dos tiempos. Muy poquito más pudimos ver antes del descanso.
Garitano, como todos los que estábamos viendo el encuentro, no lo vio nada claro y ya introdujo dos cambios en la caseta, dando entrada a Ontiveros y De La Rosa, que sustituyeron a Roger y al georgiano. Parecía que entre la magia del marbellí y el entonamiento de Suso (totalmente inédito en la primera parte), el Cádiz daba un paso adelante, pero fue solo un espejismo. En el minuto 64 Aznar volvió a erigirse en salvador cuando salvó un mano a mano de Justin, al que le tapó toda la portería.
A partir de aquí, los espectadores solo pudieron disfrutar del excelente día que hacía en el principado, porque lo que era el partido, se convirtió en un bocadillo de polvorones insufrible. La entrada de Efe y Dawda no aportó absolutamente nada (van pasando las semanas y estos dos fichajes siguen sin justificar el porque de sus contrataciones) y si acaso, fueron los andorranos los que hicieron méritos para marcar. En el minuto 77 fue Kovacevic el que impidió el gol abortando un remate muy peligroso de Domenech, mientras que cuatro minutos más tarde el portero cadista se ganó de nuevo el sueldo, ahora reteniendo un disparo peligroso de Lautaro.
El árbitro tuvo piedad y dio solo tres minutos de descuento, en los que tampoco ocurrió nada reseñable. El choque acabaría sin que vieramos una sola ocasión clara de los visitantes. Lo dicho, todo esto será bueno si se le gana al Pucela. A esperar al próximo domingo.
Foto: cadizcf.com