26 de noviembre de 2023
Ficha en la web:
Sin sorpresas de ninguna clase, sin nada que reseñar, sin nada que vaya a quedar para la historia. Así fue el partido que disputaron hoy Cádiz y Real Madrid, y que se acogió al guión que se puede esperar de un duelo tan desigual. Los blancos fulminaron con su infinitamente superior calidad al conjunto local que mostró dignidad en la primera parte pero que en la segunda fue un juguete en manos de su adversario.
Ni siquiera la suerte de las lesiones del rival jugó a favor de los de Sergio González. Rodrygo fue titular, cuando estaba destinado a quedarse en el banquillo, por una indisposición de Brahim, y el brasileño fue el artífice de la victoria visitante, que encarriló rápido: en el minuto 14 anotó el primero de sus dos golazos, entrando como tantas veces haría por la banda izquierda de los madridistas, para ir regateando hacia fuera y ponerla en la escuadra.
Como decimos en la primera parte los amarillos sí mostraron tener pulso, y antes del citado gol, dejaron ya algunas ocasiones como las de Javi Hernández (de falta directa), Chris Ramos (de cabeza) o Robert Navarro (idem). No cambió mucho el decorado tras el 0-1: el Cádiz sabía que irse arriba con todo era un suicidio, y los de la capital venían de muchos kilómetros para jugar cons sus selecciones, y ya les iba bien que el duelo se disputara a un ritmo más bien cochinero.
Roger pudo hacer el empate al borde del descanso, pero no daba para más la puntería de los cadistas.
Tras la reanudación, desconexión amarilla, y apisonadora merengue. Ya en el minuto 53, Joselu, en una jugada absurda, perdonó el 0-2 (dejando que un balón se fuera por la línea de fondo cuando solo la tenía que tocar para marcar). Algo que no hizo Rodrygo poco después, que de nuevo en gran galopada individual y tras destrozar a Fali con la cintura, marcaba a placer. Fin de la historia.
Maxi Gómez pudo haber echado algo de pimienta al plato, pero otra vez, los delanteros cadistas marraban una ocasión clara. Rodrygo no desaprovechó el regalo y poco después, terminó de reventar a la defensa local sirviendo una gran asistencia a Bellingham que lo agradecía con un certero disparo cruzado.
Por llevarse algo a la boca, volvimos a ver a Ocamo mucho tiempo después, y demostró estar en buena forma, a tenor del tremendo disparo que ejecutó que obligó a Lunin a lucirse. Pero poco más.
Ahora, en el resto de la semana, se juega el Cádiz sí su liga. Las visitas a Mallorca y Vigo pueden marcar el devenir de la temporada y del entrenador. Ahora sí, hay que mostrar qué quiere ser este Cádiz de mayor.
Foto: cadizcf.com