Lateral derecho más que correcto que llegando desde el filial (para el que se le fichó procedente del Guijuelo), dio un salto cualitativo al primer equipo cadista, al que contribuyó de forma más que notable.
Su irrupción fue fortísima en su primer año, cuando en teoría venía solo para el segundo equipo. Lateral derecho atípico (mide 187 cms) ve la luz en los partidos de Copa con Cervera. Pero en contra de lo que pasó con otros jugadores del filial, Sergio González sí lo tuvo en cuenta (y de hecho, le hizo debutar en Liga). Con algo de fortuna por la marcha de Akapo un mes por la Copa Africa, el maño aprovechó, y de que manera, las oportunidades que le fue dando el técnico catalán.
Toca el cielo el día de la histórica victoria en el Camp Nou. Entró como una de las muchas rotaciones que hacía Sergio ese día, dando seguramente el partido por perdido, y el maño estuvo colosal, haciendo que no se notara el cambio por un inmenso también Akapo. Y eso que le tocó sostener a dos mundialistas españoles como Fran Torres y Jordi Alba. Espectacular.
A pesar de su rendimiento, la entidad decide cederlo al año siguiente al Mirandés, teniendo mucha esperanza de que el zaragozano crezca todavía más acumulando muchos minutos en la categoría de plata. La lesión de extrema gravedad de Zaldua le trajo de vuelta, pero a la misma vez que llegaba él, Iza se ponía las pilas y empezaba a jugar recordándonos a la mejor versión del portuense, lo que le cerró las puertas inevitablemente. Aún así, cada vez que su técnico lo necesitó (y ahora vamos a ver que así fue), cumplió con creces.
Al zaragozano no le queda otra que ver los partidos desde el banquillo, hasta que le llega su oportunidad después de la desaforada sanción de tres partidos a Iza tras los incidentes con Hernández Hernández tras el duelo en casa frente al Getafe.
Su primer compromiso le llega en Almería, un partido de vital importancia, y se muestra sólido y seguro, sin que tuviéramos que echar en falta a ninguno de los otros dos laterales de la plantilla. Contra el Sevilla vuelve a mostrarse seguro y férreo atrás, pese a la superioridad del cuadro hispalense. No puede decir lo mismo en su siguiente duelo de nuevo en casa contra el Real Madrid, pero nada se le puede achacar al jugador, ante un rival que fue una apisonadora.
Vuelve a la titularidad en un partido absolutamente clave, en casa contra el Valencia, una final en toda regla. El maño volvió a estar más que correcto, contribuyendo a una victoria que fue del todo determinante para la posterior permanencia.
Sería a la postre su último encuentro como amarillo, ya que ese verano ya sí, saldría traspasado (y no cedido) en dirección al fútbol portugués, pero dejando un desempeño más que honesto y reconocido por la afición.