Llegó el día. Alguno tenía que ser, como él mismo ya advirtió, pero no por eso, deja de doler más. En este caso, nos cuesta muchísimo, pero intentaremos analizar, como siempre hacemos, desde la objetividad, la figura de ALVARO CERVERA, en la jornada en que ha dejado de ser entrenador del Cádiz. Hemos escrito este texto en la noche del lunes al martes, esperando poder descartarlo al día siguiente, pero por desgracia, no ha sido así.
Entrenador número 73 de nuestra historia, desde que el Mirandilla dio el salto a categoría nacional en 1935, era el único nacido en territorio africano (Guinea Ecuatorial), aunque como todos sabemos, es de nacionalidad española.
Anteriormente jugador con cierto renombre (sus principales equipos fueron Racing, Mallorca y Valencia), llegó a ser internacional absoluto por España.
Llegó al Cádiz el 19 de abril de 2016, sustituyendo a Claudio en el banquillo cadista. Su primer partido como ya técnico del conjunto amarillo fue un Cádiz-Mérida, disputado en el estadio Carranza el 23 de abril de 2016. No entró con buen pie, y es que el conjunto local caería contra los romanos por 0-1 (el gol fue obra de Aitor García, muy a su estilo, de los que luego marcaría varios con la camiseta amarilla). El público se fue prontísimo del estadio, dejándolo semidesierto, y los que se quedaron, lo hicieron para pitar al equipo y al palco. Cualquiera se podría imaginar lo que habría de cambiar el panorama solo dos meses después.
A bote pronto, su figura deja un montón de records que va a ser muy difícil que igual nadie, empezamos por los más básicos:
- Consiguió el primer ascenso a Segunda tras haber sido contratado con la temporada empezada. Nunca antes un técnico llegó a Carranza reemplazando a un compañero, y consiguió sacarnos del fango de la Segunda B
- Como seguramente todos los seguidores saben ya, estamos ante el técnico con más partidos dirigidos en los 112 años de historia cadista. 257 partidos oficiales, una marca descomunal que deja lejísimos a su predecesor, Jose González, que había dejado la marca en 192
- Además, hay que contar la calidad de esos partidos: Jose González hizo 117 de sus 192 partidos en Segunda B, Cervera casi solo ha conocido Segunda y Primera (sólo 10 partidos en Segunda B)
- Quinto entrenador con más partidos en Primera (el destino ha sido tan cruel que ha querido que se quedara a un solo encuentro de igualar a Miloservic en la cuarta plaza)
- Entrenador con más partidos dirigidos en Segunda División (169, a muchos de Julio Vilariño, el siguiente, con 128)
- Siete temporadas seguidas en el club, cinco de ellas completas. Nadie se acerca a imaginar nada parecido. Julio Vilariño estuvo cuatro seguidas y completas. Lo hizo en los años 60
- Tampoco nunca un entrenador estuvo en el banquillo en siete ejercicios distintos. Ramón Blanco lo hizo en seis ocasiones
- La distancia es todavía más sideral si nos quedamos solo con partidos de liga, de los que ha registrado 229. Jose González se queda en 172, y ya de ahí, las distancias son insalvables
- Por ponerle un pero, la Copa no se le ha dado muy bien. Ha disputado 17 eliminatorias, pocas para todas las temporadas que estuvo aquí, con algunos fracasos importantes (como Logroñés o Girona). En el haber, esa eliminación al Betis de Quique Setién, después de endosarles un histórico 3-5 en la vuelta en el Villamarín (tras haber perdido 1-2 en la ida en Carranza)
Sus dos grandes hitos, claro está, son sus dos ascensos, a Segunda en 2016, y a Primera en 2020, amén de la posterior permanencia en la máxima categoría.
El ascenso de 2016 es el tercero a la división de plata (militando en Segunda B, obviando por tanto la antigua Tercera División), tras los conseguidos en 2003 y 2009. Fue el primero tras superar tres eliminatorias en el formato actual (los anteriores fueron en liguilla y en eliminatoria directa de campeones respectivamente).
- Desde que se implantó el sistema de ascensos válido hasta la desaparición de Segunda B, ningún equipo había ascendido nunca siendo cuarto clasificado. Solo el Extremadura de la 2017-18 igualó ese registro posteriormente
El ascenso de 2020 a Primera sería el sexto de la historia cadista:
- Lo consiguió sobrándole dos jornadas (que casi fueron tres). Solo una vez antes en la historia, se ascendió sin tener que esperar a la última fecha: 76-77 (ascenso en la última jornada frente al Terrassa), 80-81 (ascenso en Elche en la última jornada), 82-83 (ascenso en la última jornada en casa frente al Elche), 84-85 (ascenso en la jornada 34) y 2005-05 (ascenso en Chapín, última jornada).
Y para rematar, la permanencia de la temporada 2020-21:
- iguala el mejor puesto conseguido nunca antes en la historia (liga 87-88, duodécimo puesto)
- aunque es verdad que Espárrago consiguió más porcentaje de puntos, ya que obtuvo 11 victorias y 13 empates, por 11 victorias y 11 empates de Cervera
Podríamos seguir sacando datos, como por ejemplo, los porcentajes de victorias. Pero a partir de aquí, entran las subjetividades. Sin duda, fue el artífice del ascenso de 2016, cuando llegó y se encontró un club en un pésimo estado, y con la afición dando la espalda. Hizo milagros al año siguiente, llevando al cuadro cadista a un playoff de ascenso a Primera, cuando acababa de llegar de nuevo a la categoría de plata. Y a punto estuvo de hacerlo en los dos años siguientes. Ni un solo apuro por la permanencia en Segunda, algo que hubiéramos firmado muchísimo tiempo (en las 15 temporadas que sufrimos en Segunda B nada menos)
Ascenso a Primera igualmente con un sello de autor, conducido por él, porque Cervera nunca tuvo una plantilla que arrasara, sino una plantilla bien aprovechada. Y una permanencia en Primera holgada y cómoda, algo inaudito en nuestra historia, y que también desafiaba la lógica, mirando a la plantilla.
Todos tenemos nuestra opinión sobre este entrenador y sobre su cese hoy.
Pero lo que no es opinable es que estamos ante el entrenador más importante de la historia del Cádiz CF, incluso por delante de Víctor Espárrago (que ascendiera también a Primera, y estuviera dos ejercicios completos en Primera al frente del banquillo de Carranza). Ahí están todos los hechos incontestables descritos anteriormente.
Hasta siempre, Mr. Cervera