08 de septiembre de 2017
Ficha en la web:
Lo explicó, como siempre a pecho descubierto y sin esconderse, el día que saltaba la noticia. Prefería mandar a Alvaro García a su casa ante la tensión que el futbolista estaba pasando por la incertidumbre sobre su futuro. El técnico reconocía entender el trago por el que pasaba el jugador y que en nada iba a ayudar ejercer un trato marcial y tirar de posición para obligar a alguien que tiene la cabeza en ese momento en otro sitio.
Criticado por algunos por permitir esa licencia al jugador, Cervera hace lo que es mejor para el equipo y alinea de nuevo a su jugador más determinante. En el minuto 72, aprovechando su velocidad infinita, el utrerano roba un balón y se planta en el área para fusilar el 2-0 y sentenciar el partido.
El menudo extremo rompía a llorar tras el tanto, liberando así tanta tensión acumulada tantos días. La afición le jaleaba. Episodio que se queda ya atrás. Alvaro está otra vez con nosotros. Cervera lo ha sabido cuidar. Tres puntos más, y los que aún debe ayudarnos a conseguir