Jugador de banda derecha con excelente golpeo de balón, su papel fue testimonial. Hay jugadores que llegan al sitio adecuado en el momento perfecto, a Imaz le pasó justo al contrario. Alvaro García es un avión por la izquierda, Salvi vuelve a ser el que pedía Cervera por la derecha, y en la mediapunta, Akexte, que llego sólo unos días después que él, le adelanta por la derecha con ese golpeo de balón absolutamente mágico. Verdadera mala suerte la del catalán, que las pocas veces que le dejaron, dio la impresión de tener mucho más fútbol en sus botas de lo que pudo demostrar.
Tras algunas semanas convocado pero sin poder debutar, lo hace por fin en el loco partido de Getafe. Deja tan buenas sensaciones que dos semanas después, en Soria, es titular. La respuesta del ex del UCAM es marcar un golazo de bandera que abriría el marcador para una nueva victoria amarilla. No fue lo único que hizo, actuó en la mediapunta y cuajó un gran partido.
Actuación que le abriría la puerta a la titularidad y a la breve fase del campeonato en la que tuvo minutos y se sintió importante en la plantilla. Jugó bien en Oviedo pese a la derrota y el naufragio en la segunda parte, y volvió a vestirse (esta vez saliendo en la segunda mitad) una semana después en la victoria en casa ante el Rayo, donde estuvo más gris, obligado por las circunstancias del marcador apretado.
Y hasta ahí. En las 12 jornadas restantes sólo disputaría dos partidos, siendo uno de ellos el de Valladolid, en el que Cervera decidió dar descanso a los titulares dando entrada a la segunda unidad de la que él formaba parte. Pero es que ni siquiera tenía hueco en los cambios. Una de las decepciones sin duda de la campaña, no imputable ni al técnico ni al jugador, simplemente, el once que se repetía cada semana estaba rindiendo a un nivel sobresaliente.
Este verano, tuvo su última prueba en el Trofeo. El iba con muchas ganas y tuvo una buena actuación pero no debió ser suficiente para Cervera, que lo terminó de rematar cuando no lo llevó ni convocado a los dos primeros partidos de liga, habiendo incluso lesionados en la mediapunta, donde prefirió poner a Alvaro García frente al Alcorcón al no disponer ni de Perea ni de Rubén Pérez. Eso fue la puntilla que dio paso a su traspaso, días después, al Wisla de Cracovia.
Foto: La Voz