La pasada campaña jugó en el Compostela, la que fue su 15 consecutiva en Segunda B. Este verano estaba esperando ofertas mientras entrenaba con el equipo de su ciudad natal, El Viso sevillano.
Pero después de dos meses el jugador, ante la baja calidad de las ofertas recibidas ha decidido pasar de invitado a miembro de pleno derecho de la plantilla del humilde equipo hispalense, que milita en Segunda Andaluza.
No obstante, el excadista, que sufrio los problemas de aquel Cádiz de ADA y Orue, esta libre de fichar por un equipo de superior categoría si se presenta la oportunidad.