Ya no es futbolista en activo. De hecho, lo dejó hace ya más de un año.
Ricardo, que llegara a debutar con el primer equipo cadista en el ejercicio 2010-11, ha aparcado su carrera como guardameta, para dedicarse a la investigación.
El onubense, tras pasar por los filiales de Betis y Cádiz, hizo lo propio con el Recreativo, para terminar recalando en el San Roque de Lepe. Ahí decidió dar un giro a su carrera, y se enroló como preparador físico del Xerez Deportivo. Pero los endémicos problemas de cobro en el club azulino precipitaron que saliera del mismo, y de ahí, ha pasado a la universidad, donde se dedica a la investigación en materia deportiva.