El último año de este joven jugador ha dado para mucho. Renovaciones que luego se frustran, claúsulas abusivas, interés de clubes importantes, probaturas en equipos europeos como Liverpool y Roma, degradación al juvenil (cuando ya el año pasado jugó con el filial...) pero al final, el chiclanero, que acaba de cumplir 19 años, ha visto llegar la recompensa a su trabajo cuando ayer volvió a disfrutar de algunos minutos en partido oficial con el primer equipo, algo que ya pudo saborear la campaña pasada, cuando saltó al campo del Albacete.
Esperemos que este sea un nuevo paso en la consagración de este jugador, y que podamos ver de nuevo a jugadores de la cantera y de la provincia mejorando el nivel de la primera plantilla, como hace tiempo que no ocurre en Carranza, salvo honrosas excepciones