Mala relación la que tiene el que fuera jugador cadista, Jeison Murillo, con el punto de penalti.
El colombiano, que ya errara una pena máxima en el playoff de ascenso del Cádiz, frente al Albacete (aunque finalmente el conjunto amarillo terminó imponiéndose en esa muerte súbita), volvió a pasar este mal trago ayer, aunque esta vez tuvo consecuencias mucho peores: tras ver como su rival, el Alcorcón, hacía la machada de igualar el 0-2 de la ida, se llegó a la famosa tanda de penalties.
Tras lanzar cada equipo sus cinco tiros, persistía el empate. El Alcorcón lanzó su sexto, haciendo diana. Le tocó el turno al que fuera central del Cádiz, que envió su lanzamiento a las nubes, para alegría de los madrileños, y desolación de los rojiblancos