Tirando de clásico periodístico, este auténtico trotamundos del fútbol español (hasta 12 equipos distintos contamos en su currículum) arribó la pasada campaña al recién ascendido Arroyo extremeño, que a pesar de su condición, conformó un buen equipo.
Hizo una primera vuelta excepcional, pero en la segunda bajó mucho, y tuvo que sufrir mucho hasta el final para conseguir la ansiada permanencia. Parte del mérito le corresponde al excadista Ibán Espadas, que disputó nada menos que 36 partidos, en los que anotó siete goles. En un equipo así, todo tanto suma mucho.
La consecuencia ha sido que el jugador vasco ha renovado por una temporada más con el club arlequinado, que espera repetir el éxito de la permanencia, si puede ser esta vez, con menos apuros de última hora