Duros tiempos los que ha vivido Raúl Navas en los últimos años.
Salpicado en las escuchas del caso Brugal (en las que el Cádiz se mostró directamente perjudicado), el guardameta formado en la cantera pasó el último ejercicio liguero inactivo.
Parecía que ese volvería a ser su destino en el actual, pero a finales de agosto comenzó a entrenar con el Xerez.
Parecía que su fichaje era cuestión de días, pero unas pintadas de un sector de la afición azulina contra él, renegando de su alta por su pasado cadista, pararon la operación.
La dirección deportiva xerecista sondeó más opciones, pero finalmente se han decidido por el gaditano, que cumplirá una década jugando en la LFP