Otra temporada en la que Pablo Hernández ha desaprovechado seguramente una gran oportunidad de afianzarse en la banda derecha del Valencia. En este artículo lo explican muy claro: tras llegar a jugar la Copa Confederación con la selección absoluta, el de Castellón no ha terminado de erigirse como la figura que se supone que es, y este año ha visto muchos partidos desde la grada.
Al final, en liga, 30 partidos disputados (con una media de 60 minutos) y sólo tres goles anotados parecen un bagaje muy pobre para lo que de él se esperaba.
Con lo movidos que están siendo los últimos veranos en el Valencia, no se puede descartar en absoluto que el que fuera jugador cadista salga de Mestalla el próximo año