Juan Ramón Cilleruelo (cuya profesión era ingeniero industrial y que dirigía por aquel entonces la Fábrica de Tabacos) fue el presidente que consiguió, después de doce penosos años vagando por Tercera e incluso en Regional, devolver al equipo amarillo a la mínima categoría que merecía, la Segunda División.

Aunque sin duda alguna, Cilleruelo será siempre recordado por ser (junto al presidente sevillista, Sánchez Pizjuán, con el que mantenía una gran amistad) el padre del Trofeo Carranza, un torneo que ideó como forma de promocionar el fútbol en la capital gaditana (de capa caída cuando él accede a la presidencia), y obtener la recaudación necesaria (ante la falta de ayudas del Ayuntamiento) para sacar adelante el club, (que en la nueva categoría, necesita reforzarse).

Ante el gran éxito del torneo, muchos quisieron apuntarse el tanto y salir en la foto, pero nadie podrá quitar nunca a D. Juan Ramón Cilleruelo el honor de haber creado el torneo veraniego más prestigioso de España, y que habría de traer a Cádiz, durante muchos años, a las maś rutilantes estrellas del firmamento futbolístico, para que, por unos días, los aficionados gaditanos se olvidaran de las penurias de su equipo.