Juega un año en el Cádiz, aunque la historia de su fichaje es muy rocambolesca. Pertenecía al Rubí, que lo cede al África Ceutí, al encontrarse el jugador haciendo el servicio militar en la capital caballa. Recibe una primera oferta del San Fernando, pero no le convence, por lo que continúa en el conjunto norteafricano.

Estos, pese a no tener sus derechos, lo venden al Cádiz, que paga un traspaso a los mismos. Al poco de llegar a Carranza, Márquez Veiga recibe notificación del Rubí, de que el jugador es suyo, solicitando nada menos que 600.000 pesetas por el traspaso. El presidente cadista se niega a pagar una segunda vez por el futbolista, que a todo esto, desconocía por completo los detalles contractuales de sus equipos.

Un mes después, la entidad amarilla recibe notificación oficial de la Federación, dando de baja la ficha de Jiménez por el conflicto. Esto dejó inactivo al jugador durante casi cuatro meses, hasta que el Cádiz se arregló con el Rubí (teniendo finalmente que ceder y pagar de nuevo).

Tras su paso por el equipo amarillo, regresó a Cataluña para militar en los clubes de Vilafranca, Mataró, Hospitalet y Rubí. Estuvo cerca de fichar por el Sabadell, pero declinó la oferta, dado que en el Hospitalet le aseguraron (como así fue) un puesto de funcionario en el ayuntamiento de dicha localidad.