Comienza su carrera deportiva en el Jerez Industrial, pero con tan sólo quince años le niegan la continuidad, y está a punto de dejar el fútbol. En ese momento aparecen el directivo cadista Cervera, y el secretario técnico, Camilo Liz, que lo fichan para la cantera amarilla, ingresando así en el Cádiz Juvenil.

Permanece en los escalafones inferiores del club hasta la temporada 92-93, en la que se marcha al Mármoles Macael, con el que consigue el histórico ascenso a Segunda B del club almeriense.

Posteriormente pasa por Elche, Murcia y Terrassa, antes de recalar de nuevo en Segunda B con el Cádiz. Sin embargo, no terminó nunca de tener su sitio en el conjunto cadista. Tanto es así, que en su segunda temporada como amarillo, no disputa ni un solo partido.

En la recta final de la temporada 96-97, protagonizó la jugada del año. En un encuentro frente al Jaén (rival directo por un puesto en la liguilla) en Carranza, Real salta en el minuto 84 de juego para ayudar a amarrar un 1-0 que supone un triunfo importantísimo, por la diferencia de puntos ante los jiennenses. Sin embargo, en el minuto 89, Rubinos Pérez le señaló a Real un penalti por unas supuestas manos que sólo vio el propio colegiado. Ramón Blanco por poco no se comió al trencilla, ya que aquello significaba el fin de las opciones de los suyos de pelear el ascenso.

Tras su segunda etapa como amarillo, ficha por el Moralo, donde se retiraría dos años después, para marcharse a vivir a Elche, donde reside en la actualidad.