Centrocampista clásico, de llevar el número 4 a la espalda.

Llega al Cádiz con esa vitola de jugador muy técnico para la parte organizadora. Oli, en las jornadas en las que está de entrenador, lo considera pieza clave en sus alineaciones, pero en cuanto el asturiano es despedido y reemplazado por Jose González, el jugador de La Rioja desaparece del mapa cadista. Al mediocentro le falta algo de empuje, algo de presencia física, algo que mostraría posteriormente en los otros conjuntos en los que jugaría.

Tanto es así, que llegado el mercado invernal, Sergio Rodríguez es de nuevo cedido al Lleida, club del que provenía, para no vestir nunca más la camiseta del Cádiz, club del que se fue muy disgustado, y con el que terminó en los tribunales, reclamando unas cantidades que la entidad terminó pagándole.

Posteriormente formaría parte del plantel de la Real Sociedad que ascendió a Primera, si bien no fue renovado tras dicho ascenso y no pudo debutar en la máxima categoría.