Jugador del que poco se puede decir, salvo que costó mucho dinero. Y es que en el mercado de invierno de la temporada 2022-23, el club amarillo pagó más de un millón de euros por él al conglomerado Red Bull. Para colmo, firmó por un contrato larguísimo, que luego terminaría siendo un problema.

Sergio González no contó con él apenas (solo disputó cinco partidos) y a partir de ahí comenzó un rosario de cesiones, en lo que claramente se vio que eran huidas hacia delante de la entidad amarilla, que no sabía que hacer con el futbolista. Primero pasó por Grecia (Asteras Tripoli) para luego terminar en el Mirandilla (al ser imposible colocarlo en ningún otro sitio) y ni siquiera en 2RFEF se hizo un hueco para jugar. Inaudito.

En la temporada 2024-25 llegaba un nuevo préstamo, esta vz en el TSV Hartberg, en Austria, país del que vino en su momento. Se ve que ahí el africano estaba a gusto, porque por fin pudo rendir a nivel aceptable. Tanto fue así que a la campaña siguiente, el club centroeuropeo se quedaba con el jugador ya en propiedad, para alivio de los dirigentes cadistas, que se quitaban el marrón de encima, después de haber perdido bastante dinero por el camino.