La historia del jugador que todos los años podía ser, pero terminó no siendo. 

En su día fue un debut rompedor, de esos que parecía que iban a ser una nueva figura de orden nacional salido de las mismas tripas de la bahía. No en vano, el chiclanero era un habitual de las categorías inferiores de la Selección Española.

Cervera, que miraba siempre mucho a la cantera, se fijó en él y le dio la alternativa. Y no con minutos de la basura en Copa o en segundos tiempos en las jornadas de liga en la que ya estaba todo decidido. Lo ponía de titular en encuentros de Primera División, donde el Cádiz se jugaba las habichuelas, e incluso salió unos minutos en el Bernabéu para ayudar a sumar un histórico empate en el feudo merengue en el curso 2021-22.

Pero con la llegada de Sergio González, se acabaría su suerte. El nuevo técnico lo alineó en su partido debut en Copa, frente al Sporting, y ya nunca más lo volvería a llamar, relegándolo al filial en 2RFEF. 

A partir de aquí, empezó a dar bandazos. Una temporada completa en el filial, luego otra cedido en el Sanluqueño en 1RFEF, para volver de nuevo al club amarillo y pasarse otro ejercicio liguero en el Mirandilla en 2RFEF. Nadie más se volvió a acordar de él para el primer equipo.

Así que aunque le quedaba aún un año de contrato, en el verano de 2025 se decide ya cortar por lo sano y ya sale de la entidad, ahora sí, definitivamente como traspasado.