Ha sido internacional por Montenegro en cinco ocasiones.

Cuando llega al Cádiz ya ha militado en clubes de su Montenegro natal, Serbia, Turquía y Suiza. En este último país milita en el FC Zurich, con el que disputa en dos ocasiones la Europe League.

Una de las sorpresas más agradables de la temporada. Central defensa clásico alto y con calidad técnica, como todo jugador extranjero que no habla el idioma (lo cual es siempre un lastre, especialmente si es de medio campo para atrás), era toda una incógnita.

Como tal, Cervera lo mantuvo en el banquillo en el inicio liguero, por detrás de un Servando incuestionable y de Marcos Mauro, con el que parecía que se batía el cobre. Cuando llegó la lesión del argentino en octubre, aprovechó su oportunidad y se coló por delante de Villanueva, para consolidarse ya casi todo el año como inamovible en las alineaciones.

La afición se rinde ante él cuando hace el quinto y definitivo gol en el Villamarín cuando parecía que el Betis se iba por fin a comer al pez pequeño, permitiendo la locura de la eliminación copera. Para entonces ya estaba totalmente fijado como central titular, de donde prácticamente no se movería hasta el tramo final del campeonato, gracias a actuaciones simplemente sobresalientes, como por ejemplo, la del 0-2 en Zaragoza o la victoria frente al Granada en Carranza.

Fueron pasando las semanas con el balcánico totalmente asentado en el centro de la zaga con Servando, y siendo uno de los jugadores más regulares de la plantilla. Cordero reaccionó y lo renovó hasta 2020, para tranquilidad de la afición amarilla, que reconocía ya a Keco entre los suyos.

Como si de una maldición se tratara, en el partido siguiente a su renovación, frente al Sporting, el balcánico tuvo que pedir el cambio por lesión muscular, lo que le sacó del equipo cuando estaba siendo de los más importantes para Cervera.

Llamado, tras una temporada magnífica, a ser el central más importante del equipo, especialmente tras la lesión de Servando, que le dejaba el camino casi libre para ser el elegido. Le costó entrar en calor. Sus primeros partidos no dejaban de ver al talento innato para la defensa de Kecojevic, pero sabe salir y se encarama como el gran defensa que es, incluso en los peores momentos del otoño, cuando el Cádiz se mete en descenso.

Le tocó mirar desde el banquillo como Sergio Sánchez y Marcos Mauro se hacían gigantes en la racha loca de victorias de noviembre y diciembre, y es que se lesionó justo antes de comenzar dicha racha. Nadie cambiaría nada mientras el equipo ganaba, y en su caso, Cervera tampoco lo hizo. Aunque enseguida lo recuperó y superada la lesión, en la segunda vuelta (favorecido también por la ausencia total de Servando y los problemas físicos de Mauro) fue prácticamente indiscutible, formando una pareja sólida con Sergio.

Sorprendió por tanto cuando el verano siguiente, Cervera lo declaraba transferible, una vez que se cerró la plantilla con Rhyner, Fali, Sergio Sánchez y Marcos Mauro. Sobraba uno y él fue el elegido. Los otros grandes clubes de Segunda se lo rifaron, pero el club no sacó un euro por él. Lo dicho, sorprendente cuanto menos. 

Foto: portalcadista