Delantero tanque, punta clásico que se bate el cobre con el que se le ponga por delante. 

Tras comenzar su carrera en su Yecla natal, ficha por el Albacete en 2008 para su equipo filial, donde daría el salto al fútbol profesional. Iría pasando por varios filiales de equipos de Primera, hasta que llega a La Hoya Lorca, donde explotaría y llamaría la atención de varios clubes.

Tras pasar por varios equipos de renombre (Girona, Zaragoza, Granada y Mallorca), la UD Las Palmas decide cederlo al Cádiz en el año del retorno a Segunda División.

Seguramente el fichaje que más ilusiona a la afición cuando se produce. Y eso que aún teníamos que ver lo mucho que tenía en sus botas. Con experiencia en la categoría, está llamado a ser la punta de lanza del cuadro amarillo.

Dicho y hecho. Primer partido de liga, primer gol cadista en su retorno a Segunda. El de Yecla abriría el marcador en Almería aunque en aquella ocasión, solo se pudiera rentar un punto. Una semana después, ante el Mallorca, provoca un penalti y marca (aunque también quedó en empate el partido). Ya van dos. Y así hasta marcar en las cuatro primeras jornadas de liga. Así, habrían de llegar otros hasta completar la nada desdeñable cifra de 17 dianas.

No sólo eso, era el delantero perfecto para Cervera y su esquema de juego, basado en la verticalidad mareante de sus extremos. En esa tesitura, un delantero que supiera bregar con la defensa rival, bajar balones que muchas veces parecían sandías (esperando a la incorporación de los citados extremos) y ser capaz de ganar la espalda a la defensa, era el maridaje perfecto a lo que el técnico dibujaba en la pizarra para los suyos. Hasta los delanteros rivales reconocían sus virtudes.

Su primera vuelta es descomunal. Zaragoza, Córdoba, y Sevilla Atlético (el gol que marca frente al filial sevillista es para verlo mil veces) caen ante la apisonadora yeclana. Termina el 2016 en un momento de forma espectacular, hecho un animal y liderando la revolución cadista que habría de sacar a los amarillos del pozo de los puestos de descenso para encaramarse al playoff por subir a Primera.

Está tan de dulce justo cuando llega enero, que se empieza incluso a hablar de que Las Palmas, viendo lo que ha soltado, lo vaya a repescar. Algunos cadistas se temen lo peor y se instala el miedo en Carranza. Pero el jugador y el club reaccionan rápido y acallan esos rumores.

Por desgracia, la estrella de Ortuño habría de apagarse en el tercio final de liga. El equipo acusó muchísimo su descomunal acierto de la primera vuelta, y se reflejó en los resultados. Curioso que su periodo de sequía más acusado llegara justo después de ganar en Gerona, donde se cayó la famosa careta de Cervera. Una vez conseguida la permanencia matemática, más de dos meses sin ganar, y un final de liga agónico para entrar en unos playoffs que deberían haberse asegurado mucho antes.

Tal era el bajón de forma que, a pesar de ser el pichichi, algunas voces empezaron a pedir que tuviera descanso. El de Yecla empieza a firmar partidos donde apenas se le ve. Para colmo falla un penalti (para los pocos que nos pitan) contra el Nastic en casa, lo que, teniendo a Aketxe en el campo, a muchos sonó como una bravata absurda por pelear el pichichi de la categoría.

Cervera, siguiendo su lógica, lo mantuvo. Cuál fue la sorpresa cuando al darse la alineación para recibir al Tenerife, ¡el murciano se quedaba en el banquillo! Se confirmaba así que el de de Yecla había llegado muy fundido al tramo final de liga, después de tantos partidos peleando arriba solo, como ya se ha comentado. Pero para estas alturas, Cervera (que se asegura de mostrarle su apoyo en público para que no se desanime) es ya una especie de sacerdote cadista, y su palabra, va a misa. Todos a una. El equipo estaba por encima de todo.

Terminada la campaña tiene que volver a Las Palmas que ensegudia comunica que no cuenta con él el Primera, pero quiere hacer caja con él. El futbolista y su representante quieren jugar en un Primera, pero lo que termina ocurriendo es que el murciano termina siendo vinculado a la mitad de los equipos de la categoría de plata (incluyendo el propio Cádiz, que cansado de esperar busca otras opciones).