Jugador formado en la cantera de la Ponferradina (donde lo conoce Claudio, de su época de entrenador de allí, se trata de un defensa polivalente, que puede actuar tanto de lateral izquierdo como de central.

Tras pasar por los filiales de Valladolid y Zaragoza y militar cuatro campañas en el Zamora, llega a Cádiz en mayo, para suplir la ficha del lesionado Andrés Sánchez. La RFEF permitió el fichaje por considerar la fractura de peroné del murciano (que se produjo en la semana previa al inicio del playoff de ascenso) como lesión de larga duración. No se aclaró entonces si venía sólo para tapar el agujero en el playoff, o con intenciones de quedarse para un año después. Algo que ya daba que pensar que sería lo primero, como terminaría ocurriendo.

Por tanto, su paso por el Cádiz fue efímero. No tomó parte en el doble duelo contra el Oviedo, pero tras el fracaso con el equipo carbayón, Claudio decidió entregarle el lateral izquierdo en la eliminatoria contra el Hércules. Se mantuvo luego para la ida en San Mamés, pero allí fue de los que más sufrió frente a los cachorros bilbainos, y de nuevo desaparecía para la vuelta definitiva frente al Bilbao Athletic. Pocos días después del fatal desenlace contra los vascos, se anunciaba su marcha al fútbol austríaco.

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