Criado en La Masía, llegó incluso a ser convocado por Guardiola para un partido con el primer equipo, aunque no llegó a saltar al campo.

Lateral derecho de muchísimo recorrido, con gran capacidad ofensiva, fue escalando en la cantera del club blaugrana, pero finalmente, no terminó de asentarse en el filial, por lo que en el verano de 2011 decide fichar por el Valencia Mestalla, con el que firma dos años muy buenos, en Segunda B, especialmente el segundo.

Ha sido internacional sub16, sub17 y sub19.

En el Cádiz tuvo un papel muy discreto, sin más, en parte lastrado por las lesiones. Como suele pasar con los sub23 que no terminan de cuajar, siempre queda la duda de si se le fichó por sus cualidades o porque facilitaba la tarea de cubrir estas fichas. Desde luego, cartel cuando llegó tenía más que de sobra, tras pasar por los filiales de los mencionados Barcelona y Valencia.

En el Cádiz tuvo todo el año por delante a Ceballos, que jugó prácticamente todo. Aún así, encontró una rendija por la que colarse, el lateral izquierdo, ante los insistentes problemas de Andrés y la ausencia total de Tomás. Sumó casi 1000 minutos en liga durante 14 partidos, la mayoría de ellos, en esa posición.

Tardó bastante en debutar, hasta la sexta jornada, pues fue de los últimos en llegar al equipo, ya con agosto agonizando. Pero a partir de ahí, encontró su mejor forma, y participó en muchos partidos, muchas veces como titular, de forma continuada.

Su buena forma en ese momento de la competición hace incluso que salte su nombre en algunos rumores del mercado de invierno (salió alguna noticia en la que el Cartagena podría haber preguntado por él.). Pero justo cuando está en su mejor momento, aunque paradójicamente, en pleno hundimiento cadista en el ecuador de la competición, se lesionaba en Algeciras, teniendo que ser sustituido, por una rotura fibrilar. Aquel fue prácticamente el final de su temporada. Se recuperó luego, pero ya le fue imposible: la recuperación física de Andrés y la solvencia de Ceballos le cerraron las puertas. Desde la jornada 22 en adelante, promoción incluida, sólo pudo jugar 90 minutos más, en Granada.

Así pues, no fue ninguna sorpresa que el jugador, con un solo año de contrato, tuviera ya mucho antes de terminar la liga, decidido que quería salir, y que igualmente, el club no se planteara hacerle una oferta de renovación. Fue de los primeros, en esa casuística, en encontrar nuevo equipo, y además, de superior categoría, el CD Lugo.