Raúl Procopio, que venía de entrenar durante tres temporadas a la Balona, se estrenaba como técnico en su equipo de toda la vida, en una situación que ofrecía dos lecturas: tras el pésimo papel realizado por el equipo hasta su contratación (cayeron García Remón y Calderón antes que él llegara), "sólo" tenía que garantizar la salvación y un puesto digno en la clasificación.

Su llegada supuso un revulsivo de dos victorias consecutivas, tras las cuales alguno incluso empezó otra vez a echar cuentas para el ascenso. Pero una terrorífica racha de un punto de los siguientes quince posibles, le condenaron a ser el tercero en saltar por la borda.

Posteriormente a su experiencia en Carranza, fue técnico, de la UD Estepona, a la que se llevó a muchos excadistas, como Velázquez, Fornell, Bezares o Sergio Iglesias.

A comienzos de 2011 es elegido como entrenador de la UD Extremadura, aunque no podría evitar el descenso a Tercera del histórico club blaugrana. A continuación se haría cargo del banquillo del Poli Ejido y en 2016 regresaría a los banquillos para llevar las riendas del Chiclana CF