Entrenador en dos etapas, en ninguna de las dos terminó de encajar en la idiosincrasia de la ciudad, y en ninguna de las dos pudo cumplir sus objetivos.

En la temporada 89-90, por aquello del idioma, estaba claro que casi era más Ramón Blanco el que llevaba las riendas, y en la 93-94, ni el mismísimo Cruyff hubiera podido enderezar el rumbo de la nave tras su inicio liguero, aunque bien es verdad que las circunstancias extra deportivas eran muy adversas.

En España entrenó también al Celta, Atl. Madrid y al Badajoz, y en Inglaterra es toda una institución, tras haber dirigido a más de diez equipos distintos, aunque ninguno de ellos de primera fila.