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AQUÍ VIVE LA HISTORIA DEL CADIZ CF

023. El 24 de mayo, San Ese Cádiz OE

Son muchos los días en que se podría situar en el calendario el santoral cadista, al que no le faltan candidatos. Revisando únicamente la historia reciente, seguro que a muchos aficionados les costaría decidirse: el triunfo frente al Terrasa que significaba el primer ascenso a Primera, el día que Mágico fichó por los amarillos, la jornada en la que Kiko nos metía en la promoción tras marcar el 2-1 frente al Zaragoza cuando todo parecía perdido, la tarde en la que goleamos por 4-0 a un Barcelona que tuvo que devolver el cava cerrado y caliente, la noche en que los penalties frente al Málaga y las paradas de Szendrei nos dejaban en Primera otro año más, o incluso aquel domingo de junio de 2003 en el que quedaron atrás nueve penosos años en Segunda B.

 

Pero por haber acumulado ya dos ascensos en su haber, nosotros elegimos el 24 de mayo. Sí, efectivamente, dos ascenso. Al conseguido el domingo pasado por Xavi Gracia y los suyos, le había antecedido hace ya la friolera de 28 años aquel inolvidable ascenso en Elche. Como el niño al que le ponen como nombre el santo del día en que nació, el cadismo tiene en esa fecha dos conmemoraciones por el precio de una.

Si con los nueve ascensos que tiene en su centenaria historia el club cadista, hiciéramos todas las parejas posibles, ninguna saldría tan dispar como los que se han unido en esta fecha.

La única coincidencia que tienen entre sí es que ambos se consumaron lejos de Carranza. A partir, las diferencias son tan grandes que parece mentira que pertenezcan al mismo equipo.

Para empezar, intentar establecer alguna correspondencia entre el Nuevo Estadio (hoy Martínez Valero) y el Stadium GAL resulta poco menos que ridículo. El aspecto del mundialista coliseo, con gente literalmente colgadas de las banderas, hubiera, seguramente, sido suficiente para quitarle a más de uno las ganas siquiera de jugar. El Stadium GAL, dicho con todos los respetos, es un típico campo de Segunda B, muy pequeño y mal acondicionado, y que a duras penas podría albergar partidos en Segunda División, mucho menos en Primera.

 

El Nuevo Estadio repleto Stadium GAL (cadistasfinos.com)

 

Los entrenadores tampoco dejan lugar para la conexión. Milosevic, natural de Yugoslavia, contaba ya sus buenos 50 años cuando llega al banquillo amarillo, profesión a la que había llegado tras una exitosa carrera como futbolista. Milosevic, además de entrenador, hacía casi de padre en muchas ocasiones para los jugadores. Xabi Gracia, navarro, pertenece a esa hornada de entrenadores muy jóvenes a los que se les ha dado la oportunidad de triunfar en los banquillos, y la han aprovechado. Serio y más que correcto, conocerle en profundidad resulta mucho más complicado que al afable balcánico. A la vez, su relación con los jugadores, algunos de los cuales eran apenas unos pocos años más jóvenes que él, ha sido más que excelente, pero en nada parecida a la que descrita por Milosevic con los suyos.

 

Milosevic e Irigoyen Javi Garcia y Antonio Muñoz
(portalcadista.com)

 

Con los jugadores, los paralelismos resultan también harto complicados. Aquel Cádiz de 1981 (como ya destripamos en este episodio cadista), a consecuencia de las deudas, tuvo que deshacerse de casi todos sus efectivos, y se completó con un buen número de jóvenes promesas, futbolistas en su mayoría todavía desconocidos para el gran público, pero que venían de los escalafones más bajos del club, que llevaban años respirando el cadismo las 24 horas del día, y que no veían el momento de demostrarle al mundo que se podía ser de la cantera y triunfar. Los Pepe Mejías, Juan Jose, Chico Linares, Rosado, Manolito, Amarillo, Luque o Escobar, entre otros, demostrarían con el paso de los años que aquel ascenso no fue flor de un año, sino la consecuencia lógica de la calidad que poseía aquella "improvisada" plantilla cadista.

El Cádiz de 2009 sin embargo, deja poco sitio a la savia nueva salida del puente Carranza hacia dentro. El único futbolista que atisba, por los minutos y el juego disputados esta campaña, futuro de poder triunfar en el primer equipo amarillo es Fran Cortés.

 

Alineación en Elche Alineación en Irún
(portalcadista.com)

 

Pero sin duda alguna, lo que más llama la atención, y donde las "posturas" entre 1981 y 2009 se encuentran más distantes, es en el papel de la afición, y en cómo esta ha presenciado los hechos. El ascenso de 1981 era algo totalmente impensable al comenzar la campaña. Muy pocos apostaban porque una pandilla de chavales todavía imberbes pudiera imponerse a clubes que parecían todopoderosos, y que no tendrían piedad de unos novatos que a duras penas, y mostrando su mejor versión, podrían conseguir una permanencia sin sobresaltos. El mismo partido de Elche parecía un milagro imposible. Una ciudad y equipo que nos superaban en casi todo, y que llevaba afilando los cuchillos mucho tiempo para en un escenario que parecía inexpugnable, llevar a cabo su faena final. Otra diferencia más: en 1981 no valía empatar. En 2009 un 0-0 nos devolvió a Segunda.

La afición y la prensa, desde un principio, supieron muy bien lo que había, y por eso, cada éxito que se lograba, se celebraba y valoraba como lo que era: un gran premio con el que no se contaba. Cuando los amarillos dieron el sprint final (vencieron en los cuatro últimos partidos), todo Cádiz se revolucionó y volcó con los suyos, a los que corearon como auténticos héroes cuando regresaron a casa con un trofeo que parecía un milagro.

 

Plaza del Ayuntamiento (1981) Plaza del Ayuntamiento (2009)
(portalcadista.com)

 

En esta última campaña sin embargo, y especialmente en el tramo final y al consumarse el ascenso, el clima de exigencia ha sido muy alto. A pesar de que los números de los de Gracia han sido prácticamente intachables, el respetable ha estado alerta en todo momento, y no ha perdonado ni un descuido. Atrás quedaron los tiempos en que todo Carranza era una algarabía, incluso cuando se perdía o se despedía una temporada en la que el descenso estaba ya consumado (Cádiz-Málaga). Durante los nueves meses, ha flotado en el ambiente la sensación de que algo se había roto: la puñalada trapera dada el año anterior por unos mercenarios que demostraron ser cualquier cosa menos futbolistas, escocía todavía, y aunque casi renovado por completo, el plantel amarillo tendrían que reconquistar a su amada afición con mucho trabajo y tesón. La más mínima sospecha de otra infidelidad habría sido fatal.

Por eso, una vez consumado el ascenso más obligado de la historia (rivalizando con el de 1970), como no, hubo alegría y celebración, pero mucho más contenida, mucho menos ruidosa que la de otros ascensos. Más que fiesta y vítores, lo que la afición, en silencio, lo que gritaba era "no habéis hecho sino devolvernos lo que es nuestro, lo que el año pasado nos quitastéis a traición, por la espalda, a sangre fría".

Como aquel 24 de mayo de 1981, esperemos que un nuevo camino de esperanza se abra en esta misma fecha, 28 años después.

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CREACIÓN FICHA: 20/09/2009

ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN: 20/09/2009

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